¿Sabías que Cordus te ayuda a aliviar el dolor de espalda ocasionado por el estrés? Las emociones son capaces de afectar a nuestro cuerpo físicamente. A nivel cerebral, la amígdala y el hipocampo, dos estructuras que forman parte del sistema límbico, se encargan de almacenar y gestionar las emociones. Sin embargo, el cuerpo también se aferra a las emociones del pasado. Las emociones no expresadas no desaparecen sino que se alojan, literalmente, en el cuerpo, mientras que las emociones que se expresan se reflejan en el cuerpo pero no se quedan estancadas sino que fluyen y desaparecen o se integran armoniosamente sin causar daño.
¿Qué le pasa a nuestro cuerpo cuando nos estresamos?
La experiencia corporal de cualquier emoción se da casi de inmediato, el cuerpo tarda apenas unos segundos en experimentar una emoción negativa a nivel corporal. Cuando nos estresamos, tensamos automáticamente los músculos de la mandíbula y los que rodean los ojos y la boca, así como los músculos del cuello y la espalda. Se trata de una reacción refleja para protegernos y en realidad no es dañina. Sin embargo, cuando el estrés se convierte en un estado crónico, los músculos jamás se relajan sino que se mantienen en un estado de tensión constante.
Hay una teoría que explica que la tensión muscular disminuye el flujo sanguíneo hacia la zona afectada,entonces, si disminuye el oxígeno, la acumulación de ácido láctico y metabolitos tóxicos aumenta. La situación se agrava con la falta de movimiento,porque el flujo sanguíneo y la oxigenación se disminuyen aún más.
Cordus alivia y corrige padecimientos como ciática, hernias discales, escoliosis, entre muchos otros, pero también ayuda en el alivio de las consecuencias de la tensión muscular por estrés: dolor de cabeza emocional o tensional, dolores musculares crónicos, contracturas e incluso espasmos musculares.
Los dolores musculares por estrés suelen afectar estas áreas:
•Mandíbula.
Las emociones como la ira y el estrés suelen hacer que apretemos la mandíbula y los músculos alrededor de la boca. Lo hacemos sin darnos cuenta pero con una fuerza enorme, por lo que no es extraño que toda esa zona termine afectada.
Te recomendamos que cuando te sientas estresado, conviene soltar la mandíbula como si estuvieras suspirando. También ayuda bostezar o pronunciar la “O” con los labios cerrados.
•Entrecejo.
Cuando estás tenso o preocupado, es usual que frunzas el entrecejo, lo cual añade una gran tensión muscular a la zona de la frente que suele dar pie al dolor de cabeza tensional.
¿Solución? Libera la frente levantando y bajando las cejas unas cinco veces. También te ayudará inhalar profundamente mientras cierras los ojos, y luego exhalar mientras liberas la tensión y abres los ojos.
•Cuello.
La tensión muscular por estrés suele concentrarse en el cuello, sobre todo si realizas un trabajo de oficina.
Para evitar la tensión es importante favorecer el flujo sanguíneo hacia los músculos del cuello moviendo la cabeza suavemente de un lado a otro y hacia arriba y abajo.
•Hombros
Es común que los hombros sean el epicentro de las contracturas musculares por estrés, porque suelen concentrar mucha tensión.
Para relajar los hombros, Inhala mientras levantas los hombros intentando tocar los oídos y exhala mientras los bajas, guiándolos hacia atrás.
•Espalda.
El estrés también interfiere en la coordinación de los grupos musculares que intervienen en el funcionamiento de la espalda. Lo normal es que los abdominales y la musculatura paravertebral se coordinen entre sí para mantener una postura o conservar el equilibrio durante el movimiento. Cuando esta coordinación se ve afectada se favorece la aparición de contracturas musculares por estrés.
Para dar alivio a la tensión en la espalda, una ducha caliente puede ayudar a relajar los músculos, así como mantener un nivel de actividad física moderada. Los ejercicios de yoga también son ideales para aliviar el dolor de espalda.
Cordus es la mejor opción para prevenir y aliviar la aparición de contracturas musculares debido al estrés. Cordus es un dispositivo capaz de aliviar los espasmos en los músculos más profundos, que es donde se originan muchos de los padecimientos de la espalda como ciática o hernias discales.